Pero el campo de juego y los jugadores cambiaban, esta vez con los incondicionales de siempre y en casa de Darvo y eso se nota a la hora de jugar “juegos nuevos”.
Empezaríamos con el “Brass” de Martin Wallace, el juego favorito de Félix. Las explicaciones largas, así como las caras de Emilio y Darvo en las tediosas explicaciones que no terminaron hasta el final de la era de los canales.
Sólo la segunda etapa de juego se desarrolló con fluidez.
Se pudo ver a un Félix agobiado explicando mini-reglas. A un Emilio completamente empanao con la boca abierta y un fajo de cartas en la mano y centrando miradas al tablero y a sus cartas, al tablero y a sus cartas.
Cara de empanamiento de Emilio ¿¿Que coño hago??
A Bonal se le vio cómodo, le gustó, quizás la ambientación británica, o que lo diseñaba Matin. El caso es que parecía hacer bien las cosas sobre todo en la era de los canales. Y Rafa, de sobrao convencido que ésta iba a ser su tarde.Tuvimos que esperar a la era del ferrocarril para disfrutar del juego. Ya era tarde, en la cabeza migrañas... demasiadas correcciones sobre la marcha, demasiadas mini-
reglas, demasiados cortes en la fluidez del juego, demasiado análisis parálisis, demasiada parálisis del análisis, demasiada concentración gratuita.
Última ronda en la que, por sorpresa, Emilio con su política económica y dos barcos se alza con la victoria y Félix resuelve con tres caminos. Rafa llega tarde a pesar de sus desarrollos y Bonal pierde por la disputa de un barco que bien le pudo dar la victoria. Reñido final en el que se vieron distintas estrategias.
¡¡No, el astillero lo pongo yo !!
Emilio: 5 puntos
Félix: 3 puntos
Rafa: 1 punto
Bonal: 0 puntos
El dolor de cabeza provocado por el Brass solo pudo ser sanado con un paseo al badulaque para comprar provisiones, un poco de aquí un poco de allá y a por el Agrícola con cartas de oficio "E".
La mesa parecía pequeña para el Agrícola, pero nos apañamos bien con una supletoria al lado de Emilio. Ahí colocaríamos los animales, las vallas, la comida, los materiales... todas las reposiciones.
En la mesa principar el resto.
¡Eso si! nos faltaron los vegimeeples y los animeeples
Parecía que nos costase arrancar al principio, pero en la tercera cosecha nos dimos cuenta de la estupidez del juego, y el coñazo de las reposiciones que el pobre Emilio tubo que sufrir. Un trajín tonto de materiales por la mesa, una porrilera de acciones a elegir y dos o tres fichas de acción. Un tostón de juego… eso si, con una ambientación como pocos, con tus ovejitas y demás. Como no, al final y después de apuntar en una "libretita" los puntos de cada uno, Félix volvió a ganar insultantemente.
En definitiva una tarde diseñada para Félix.
Félix: 5 puntos
Emilio: 3 puntos
Rafa: 1 punto
Bonal: 0 puntos
En definitiva una tarde diseñada para Félix.
Félix: 5 puntos
Emilio: 3 puntos
Rafa: 1 punto
Bonal: 0 puntos
Matt Murdock